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EL DOCTOR JECKYLL Y MR. HYDE

Fotos: Santos Jiménez  (¡¡Gracias!!)

Vaya por delante, que el cabreo de hoy es monumental, más si cabe que el que nos trajimos de Guadalajara, porque aunque son situaciones parecidas, a la vez son tremendamente distintas. Primero porque en ambos casos se pierden puntos al final, pero lo que en Guadalajara era un punto casi conseguido que se quedó en cero, hoy eran tres que se han quedado en sólo uno, pero como si no hubiese sido ninguno. Paradojas de la vida y del fútbol.

Aquella derrota, me refiero a la de Guadalajara, escoció mucho en el seno de la UD. Puertollano, hasta tal extremo que las reuniones entre unos y otros se sucedían un día si y otro también. Lo de hoy, que aunque haya sido un empate, duele si cabe más que aquella derrota, como menciono más arriba, traerá consecuencias, no me cabe la menor duda. No se cuales, pero las traerá.

El caso es que hoy, el descanso del partido tras los primeros 45 minutos ha servido para que el Dr. Jeckyll se transforme en Mr. Hyde en tiempo record. Todavía sigo sin explicarme, como un equipo que da la cara, tiene sus ocasiones y domina al rival durante el primer periodo, puede dar un giro tan radical que haga que tan sólo el color de la camiseta sea lo más parecido entre el equipo del primer tiempo y el del segundo.

¿Como es posible que un equipo hundido en el fondo de la tabla pueda hacer pasar tantos apuros a uno que ocupa la sexta posición y tiene aspiraciones ambiciosas? ¿Cómo puede ser que en Sevilla, Guadalajara o Granada se reciban goles definitivos en los últimos minutos de partido? ¿Cómo puede ser que este año que el equipo entrena por la mañana, no hay ganado ningún partido que se haya jugado a esta hora del mediodía? (Recuerden al Granada 3-2, Betis B 2-1, Guadalajara 1-0 y Granada 74 1-1). Son cosas del fútbol que todavía no logro explicarme, aunque Jacobo lo resumió tras el pitido final con una frase “Nos falta confianza”. Pues habrá que buscarla, aunque esté en el fondo de la Laguna Negra.

Se recuperó al mejor Valdés, aún falto de forma tras su última lesión, pero demostrando que es un pilar básico en este equipo, incluso fue el autor del gol, DE FALTA DIRECTA, si leen bien, de falta directa, ese arte del fútbol que al Puertollano se le atraganta tanto los últimos años. Se fue ovacionado por los aficionados que se desplazaron hasta Granada, sin duda el mejor del equipo en el día de hoy. Pero en el otro lado de la moneda están Ortiz y Granada, ambos sustituidos y desaparecidos en el día de hoy. Esperemos que sea un lapsus y vuelvan para el domingo que viene.

Hablamos de falta de confianza, pero yo hablaría más de falta de concentración o miedo a ganar. ¿Qué está pasando? El penalti, puede ser más o menos discutido, de hecho me consta que lo que en un principio pareció inexistente, pasó a ser riguroso, para terminar siendo penalti de los que sólo hace un niño en el recreo del colegio. Habrá que estar atentos a las imágenes, pero de ser verdaderamente penalti, habrá que darle un tironcito de orejas a Raúl Fernández, porque con 0-1 y en el 93’ hay que tener la cabeza un poquito más fria y no hacer cosas de las que luego te puedas arrepentir.

Pero hay que dejar de un lado el penalti. El Puetrtollano empató gracias a esa pena máxima sí, pero no fue el argumento principal de esta historia. El Puertollano jugó mal la segunda parte, se echó atrás o lo echaron, y para colmo por si no se habían dado cuenta les invitamos aún más a ello jugando los últimos minutos con los tres centrales. Eso algunas veces sale bien, la mayoría, y de no haber sido por el penalti, hoy también hubiera salido y aquí todos felices, pero cuando sale mal, vienen los problemas y el dar explicaciones.

El equipo sigue sexto, ¿nos hemos parado a pensar si realmente ese es verdaderamente nuestro puesto? Dejemos de mirar para arriba unas semanas. Todos lo agradeceremos.

El aficionado de la semana